POESIA DE SOLEDAD RANZUGLIA DEDICADA AL PIRQUERO CEBALLOS
Espacio cultural en la Página web de Canal 11
Al Pirquero Roberto Ceballos
Lo que han hecho sus manos…
Sus manos de niño
labraron un canto,
sin saber cómo, dieron a luz
un Refugio anhelado…
Al Pirquero Roberto Ceballos
Lo que han hecho sus manos…
Sus manos de niño
labraron un canto,
sin saber cómo, dieron a luz
un Refugio anhelado…
Ser parte del ripio,
ser huella del tiempo prestado,
mansero del viento su franco dominio,
mirando de frente la cara visible del campo.
Sus manos hundieron la luna
hasta el pozo oscuro enclavado,
tomando la piedra nacida,
miraron sus ojos, los ojos de mica cerrados.
Y en viaje de ida
sin pena en el desembarco,
púsola sobre la tierra
torneando una esquina del viento
asombrado
por ver en la fuerza del aire,
un recodo de vida guardado,
un sendero de roca elegido,
una hacienda al fragor
del cuidado…
Una eterna morada
de un día,
un rumor de piedra
elevada a lo alto.
Sus manos han hecho
un Destino,
en La Cumbre, las piedras
abrigan su paso,
labriego de gesto culto,
escultor de espuelas que corren
al viento apurado,
lléveme consigo,
abra el paisaje que lo tiene
adueñado,
descubra su inmensa costumbre
de arribar donde más nadie se anima
sin Alma a su lado…
Al cerro, al arenal,
al lecho del río, panal de silencios y cantos,
cuna de piedras que aguardan por siempre
sentir aquella tibieza de niño,
sentir la fuerza infinita de un hombre digno
a través de sus Manos.
María Soledad Ranzuglia
La Cumbre, 2012
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