8 años de prisión para Monseñor Storni por abuso sexual
VIVE EN LA FALDA
La condena fue impuesta por la jueza Amalia Mascheroni a raíz de la denuncia realizada por el ex seminarista Rubén Descalzo. Storni no cumpliría prisión en cárcel común sino en forma domiciliaria ya que en poco tiempo más cumplirá 70 años.
El abogado del religioso informó sobre el fallo esta mañana y precisó también que la medida fue apelada.
El caso Storni se hizo público en 1994, cuando por orden del Vaticano el actual arzobispo de San Juan, monseñor José María Arancibia, investigó denuncias de jóvenes que estudiaban para sacerdotes sobre supuestos abusos sexuales cometidos en el Seminario santafesino y durante los retiros espirituales en Calamuchita, Córdoba. Los testimonios recogidos entonces apuntaban contra Storni, que entonces era el titular del Arzobispado de Santa Fe.
En los relatos, varios seminaristas coincidieron con los testimonios brindados por sacerdotes, algunos de los cuales entregaron copias de cartas remitidas al arzobispo, advirtiéndole la gravedad de los hechos y la necesidad de adoptar alguna medida al respecto de su parte. Monseñor Storni fue procesado a principios de 2003 por el juez de Instrucción Eduardo Giovanini por la presunta comisión del delito de abuso sexual en perjuicio de un ex seminarista, que había denunciado el hecho en 1993. Pero en la misma resolución, el magistrado desestimó otras dos denuncias contra la autoridad religiosa al considerar que el tiempo transcurrido superaba el establecido para analizar la causa. Aunque negó ante la Justicia y el Vaticano las imputaciones, Storni renunció al Arzobispado en setiembre de 2002, mediante una misiva remitida al papa Juan Pablo II.
La situación se agravó como consecuencia de una carta que el presbítero José Guntern le remitió al ex obispo por un caso de abuso.
El sacerdote, quien falleció tiempo después, fue instado entonces por sus autoridades a que se retracte del contenido de la nota y después se habría llevado a cabo una reunión en el Arzobispado donde al menos cuatro sacerdotes habrían presionado a Guntern para que se rectificara. Entre esos curas se encontraban Hugo Capello y Marcelo Matero, quienes fueron acusados ante la justicia por presionar al anciano sacerdote, pero luego fueron sobreseídos del delito de coacción. En tanto, los sacerdotes Mario Grassi y Edgar Stoffel, este último ya fallecido, fueron considerados por la justicia partícipes primarios de coacción. La condena de la jueza Mascheroni fue dictada el miércoles pasado, pero fue dada a conocer hoy por el abogado del ex obispo, Eduardo Jauchen.
El caso Storni se hizo público en 1994, cuando por orden del Vaticano el actual arzobispo de San Juan, monseñor José María Arancibia, investigó denuncias de jóvenes que estudiaban para sacerdotes sobre supuestos abusos sexuales cometidos en el Seminario santafesino y durante los retiros espirituales en Calamuchita, Córdoba. Los testimonios recogidos entonces apuntaban contra Storni, que entonces era el titular del Arzobispado de Santa Fe.
En los relatos, varios seminaristas coincidieron con los testimonios brindados por sacerdotes, algunos de los cuales entregaron copias de cartas remitidas al arzobispo, advirtiéndole la gravedad de los hechos y la necesidad de adoptar alguna medida al respecto de su parte. Monseñor Storni fue procesado a principios de 2003 por el juez de Instrucción Eduardo Giovanini por la presunta comisión del delito de abuso sexual en perjuicio de un ex seminarista, que había denunciado el hecho en 1993. Pero en la misma resolución, el magistrado desestimó otras dos denuncias contra la autoridad religiosa al considerar que el tiempo transcurrido superaba el establecido para analizar la causa. Aunque negó ante la Justicia y el Vaticano las imputaciones, Storni renunció al Arzobispado en setiembre de 2002, mediante una misiva remitida al papa Juan Pablo II.
La situación se agravó como consecuencia de una carta que el presbítero José Guntern le remitió al ex obispo por un caso de abuso.
El sacerdote, quien falleció tiempo después, fue instado entonces por sus autoridades a que se retracte del contenido de la nota y después se habría llevado a cabo una reunión en el Arzobispado donde al menos cuatro sacerdotes habrían presionado a Guntern para que se rectificara. Entre esos curas se encontraban Hugo Capello y Marcelo Matero, quienes fueron acusados ante la justicia por presionar al anciano sacerdote, pero luego fueron sobreseídos del delito de coacción. En tanto, los sacerdotes Mario Grassi y Edgar Stoffel, este último ya fallecido, fueron considerados por la justicia partícipes primarios de coacción. La condena de la jueza Mascheroni fue dictada el miércoles pasado, pero fue dada a conocer hoy por el abogado del ex obispo, Eduardo Jauchen.
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