SEMANA MUNDIAL DE LA LACTANCIA MATERNA

Bajo el lema “25 años en defensa de la Lactancia Materna:
Código Internacional de Sucedáneos de la Lactancia Materna�
, la semana mundial intenta lograr la reacción de los
gobiernos y las comunidades para poner freno al avance de
las estrategias que atentan contra la lactancia materna, el
alimento natural y más sano para el desarrollo de los
bebés. En nuestro país, el Código Internacional está
incluido dentro de la Ley 18284 de Código Alimentario
Argentino desde 1997.
Hace 25 años, los Estados miembros de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) adoptaron el Código Internacional
de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna con
el objetivo de proteger, promover y apoyar prácticas
apropiadas sobre la nutrición del lactante y el niño
pequeño. Durante todos ese tiempo han sido cada vez mayores
las evidencias sobre las ventajas de la lactancia materna
asegurando que la alimentación al pecho reduce la
mortalidad infantil y tiene beneficios que se extienden
hasta la edad adulta.
En un mundo donde 10,6 millones de niños mueren antes de
cumplir 5 años debido a causas prevenibles y donde la
desnutrición se extiende y se asocia a más de la mitad de
las muertes infantiles el razonamiento es simple, no hay
tiempo que perder ni tiempo para esperar.
Existen cientos de formas con las cuales las compañías de
alimentos infantiles persuaden a las madres para usar
productos comerciales para alimentar a sus hijos en lugar
de hacerlo en la forma natural. Muchas vidas infantiles
podrían ser salvadas si las compañías productoras de
alimentos para lactantes siguieran las reglas de la OMS.
Esta Semana Internacional de la Lactancia Materna esta
enfocada en estas reglas, las cuales debieran ser aplicadas
a todas las empresas de alimentos infantiles en todos los
países.
Las reglamentaciones de este Código han sido y continúan
siendo las recomendaciones internacionales de mayor debate.
Las compañías gastan millones de dólares en la promoción de
sus productos, porque esto les da resultados económicos.
Sus ventas disminuirían considerablemente si no hicieran
promoción de sus productos. Todas las autoridades de salud
acuerdan en que la lactancia materna es una sencilla
intervención efectiva que promueve una óptima nutrición,
protege contra la obesidad, infecciones respiratorias,
diarrea y alergias. Más aún, muchos estudios muestran que
los bebés alimentados artificialmente no son tan
inteligentes como los que son amamantados.
El Código prohíbe prácticas de promoción tales como:
publicidad; etiquetado inadecuado; entrega de muestras y
regalos a madres, enfermeras y médicos. Las reglas de este
Código deben ser convertidas en legislaciones nacionales y
otras medidas que protejan a las madres y los niños de las
prácticas no éticas de mercado.
En la medida en que más personas estén enteradas y
comprometidas con estas reglamentaciones, más podremos
actuar en consecuencia cuando las compañías violen este
código y más gobiernos apuntarán a hacerlo cumplir. Como
resultado, mas mujeres y niños serán protegidos.
En esta semana el mensaje de proteger la lactancia sonará
tanto en comunidades pobres como ricas, en las del norte
como en las del sur. El código no prohíbe la venta de
productos sino que pide por un alto en su promoción, de
forma tal que las familias puedan decidir contando con
información objetiva y libres de presiones comerciales.
Después de 25 años, 32 países tienen incorporado el código
como ley, con todas o alguna de sus resoluciones; 44 tiene
leyes con controles parciales; y 18 tiene algún tipo de
política voluntaria con respecto al Código.
Un estudio reciente muestra que las compañías gastan un
promedio anual de 30 dólares por bebé en la promoción de
sus productos mientras que los gobiernos apenas gastan 0,21
dólar por bebé en la promoción de la lactancia materna,
clara muestra de cómo se inclina la balanza.

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