Aceptar el tiempo como valor de medida, no parece ninguna proeza, es lo acostumbrado, pero aceptar que en nosotros habita una Esencia Eterna, dichosa y plena desde la cual atravesar el tiempo, parece tomarnos toda una vida...

Y tal vez haya sido por haberla limitado sólo a una edad, la infancia, y de ese modo nos vamos desentendiendo de ella, casi hasta llegar a una supervivencia silenciosa.

No muere porque nunca ha nacido, la Esencia permanece en un continuo, presta para quien decida evocarla nuevamente en sus días.

Ella es la Alegría sin condición, brújula y estrella a la que por olvido, dimos por perdida en la temprana edad, siendo que su reflejo prístino, aún evoca su hogar: Nosotros mismos.

Aquí mi propia evocación.

María Soledad Ranzuglia

A mi Niña Interior

La última vez que te vi

tenías trenzas...

Caminabas contando las baldosas,

corazón de pájaro perseguido,

mente de luz y mariposas.

Eras cazadora de geranios,

exploradora,

comías mandarina en la vereda,

solías reírte y hablar sola.

La última vez que te vi así

subiste a un colectivo

y de pronto el miedo

se apoderó de tus horas...

El mundo se hizo tan extraño,

Ellos...tantos,

y vos tan sola.

Las estrellas se esfumaron,

los números reemplazaron las gaviotas,

la música se tornó una marcha,

tu corazón se volvió una ostra.

La perla quedó guardada...

Grabó tu risa, tu pensar sin olas,

semillas de naranjas esparcidas,

cardumen de sueños,

color amapola.

Templanza de años que pasan...

Siestas de silencio abrasadoras.

Mi Ser decide buscarte,

esta tarde, en la plaza...

a la misma hora.

María Soledad Ranzuglia

(Del libro Todos Somos Creadores,

Ed. Fojas Cero, 2004)

Sitio de la autora en facebook: Poesías en Concierto de María Soledad

Ranzuglia

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"A MI NIÑA INTERIOR" DE MARIA SOLEDAD RANZUGLIA