En Cineclub "Con los ojos abiertos" fin de la temporada 2009
Un hombre sobre un cable y el Cortometraje Saltando
Contra el cinismo, contra la indolencia, contra la extrema pasividad de nuestro tiempo, contra el desprecio mudo con el que muchas veces nos topamos, apostamos a mirar con el pensamiento, apostamos a combatir nuestra ignorancia a través de las imágenes, las cinematográficas, las únicas capaces de devolver algo del mundo que interpelen nuestro deseo, saber y certidumbres.
Los esperamos.
RK
LA CUMBRE: BELGRANO 470, SALA LUIS BERTI
2 de diciembre, a las 20.30hs: FUNCIÓN DE CIERRE DE TEMPORADA
Un hombre sobre un cable, de James Marsh, Reino Unido, 2008
94’ / +13
Cortometraje: Saltando, de Osamu Tezuka, Japón, 1984
Antes de la función se realizará el tradicional sorteo de fin de temporada seguido por un breve concierto a cargo del dúo de cámara integrado por Julio Carranza y Alejandra Carazo
Este cautivante documental sobre el equilibrista Philippe Petit y su travesura sublime y suicida de cruzar a través de un cable, haciendo piruetas y descansado a menudo como un monje zen en meditación, de una Torre Gemela a la otra en 1974, no funciona solamente como la aventura cumplida de un hombre que tuvo un sueño extravagante y legítimo, sino también como una elegía difusa de un símbolo del siglo XX cuya existencia concebida como infinita tropezó con un plan siniestro en septiembre de 2001. En las antípodas de Bin Laden o quien fuera el autor intelectual del atentado del 9/11, el francés Philippe Petit concibió un plan: ingresar al majestuoso edificio y pasearse en una soga de una torre a la otra. James Marsh interpreta (correctamente) la estrategia como si se tratara del robo a un banco todopoderoso, y así reproduce ficcionalmente algunas situaciones, que integra y amalgama con material de archivo, entrevistas y viejas fotografías. Si bien Marsh se centra en la hazaña de las Torres Gemelas, suministra bastante información para poder entender un poco más a Petit, incluso se puede ver al equilibrista conquistando el vacío en las cúpulas de la catedral de Notre-Dame y en los puentes de Sydney. ¿Un suicida utópico? Ligeramente inefable, la personalidad de Petit es incuestionablemente cuerda. Su elegancia, determinación y felicidad armonizan misteriosamente con el viejo refrán sesentista del Mayo Francés: “Seamos realistas, pidamos lo imposible”. Políticamente, sus acrobacias pueden parecer intrascendentes, pero cuando la prensa mundial le exige una explicación por lo sucedido su respuesta suena, para las coordenadas simbólicas de nuestro mundo, como una declaración subversiva. (Roger Koza)
271 lecturas
-
no hay comentarios para esta noticia ...