El accidente en Huerta Grande podría haberse evitado con un control caminero serio

Declaraciones del padre de Nazarena, la nena que falleció

La pequeña viajaba a Bs As en un colectivo que tuvo un choque lateral con un auto que llevaba caballetes de hierro atados en el portaequipaje. Uno de esos aparatos se desprendió, rompió la ventanilla del colectivo y le pegó a Nazarena en la cabeza. “La nena iba dormida, y se le murió en los brazos a la madre. En ese momento pensó, pensó que le habían pegado un tiro... Está sin consuelo”, las pericpecias que tuvieron que pasar para que les entreguen el cuerpo

señaló en una conversación telefónica Carlos Eduardo Martínez (47), el padre de la niña. Y agregó: “Mi hija era maravillosa, era la mimada de todos... Todas las mañanas voy al cementerio y rezo. Y pido tener fuerzas. Porque tengo otros dos hijos y un trabajo del que depende mucha gente”.

Martínez es cordobés, pero vive en La Rioja desde hace 15 años, donde tiene la distribución de una importante empresa láctea, por lo que las rutas son para él cosa de todos los días.

“Yo viajo permanentemente –aseguró–. Y soy de los que están conformes con que haya controles. Pero que haya controles en serio. No puede ser que de día paren a uno que tiene un foquito quemado para hacerle la multa, y de noche nadie controle algo así. Mi hija no se murió por una fatalidad; esto se podía evitar. Se han juntado muchos factores para que mi hija hoy esté un metro bajo tierra”.

En esa zona, la ruta nacional 38 tiene cabinas de peaje en Molinari y en Villa Giardino, y un puesto fijo de la Policía Caminera a la altura de Casa Grande.

La noche imposible. Cuando ocurrió la tragedia. Martínez, que está separado, estaba de viaje en Corrientes. A las 6.30 ya estaba en la morgue de la ciudad de Córdoba.

“Es tremendo lo que pasamos, porque nada se facilita en ese momento de tanto dolor... Los trámites sólo los pueden hacer los padres; pero la madre no estaba en condiciones. Cuando llegué, me dijeron que tenía que irme a Cosquín, porque la Policía de Huerta Grande no había mandado los DNI”, señaló.

“Antes, fui a la Mesa Permanente de Tribunales, que me atendieron bien, pero no tenían dirección de la Fiscalía de Cosquín. ¡Cómo puede ser algo así! Finalmente, en Cosquín, me recibieron bien pero faltaban otros documentos, por lo que tuve que irme a Huerta Grande. Esto quiere decir que si yo no tengo auto, a mi hija me la devuelven en 48 horas... Quiero hacer una fundación para que otros padres no tengan que sufrir todo esto”, dijo.

Nazarena. Tenía 9 años, viajaba con su mamá a Buenos Aires, del lado de la ventanilla. Murió mientras dormía. En lo que va del año, en las rutas y caminos de Córdoba murieron 23 niños.
La Voz del Interior

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