POESIA DE SOLEDAD PARA PASCUAS

Maria Soledad Ranzuglia comparte su poesia con ustedes. Ir a "leer mas"

Madera de Olivo

Nace en la tarde de estío,
conmovida por la fértil
pujanza del Sol,
que apuntala desde siempre,
                                   Un Sentido...
“Humilde y serena
en la tempestad, sonrío,
yo, madera de mil brotes,
permanezco en cada trino
que alienta el alba,
al despuntar sombrío.
Sombría la extrañeza,
¿No recuerdas que en ti,
                                 Vivo?

Yo, madera de olivo,
en mi altura se acomoda
lo que parece confundido,
súbete a las ramas
que sostienen al Camino,
elevando tu semblanza,
arribando la esperanza,
transformándola en olvido,
porque se ha cumplido la añoranza
de permanecer en ti,
                              Vivo.

Yo, que en la mañana
del retoño,
me siento florecido,
me asemejo al pardo otoño
dorando el fruto que se vierte,
sin ser presentido.
Salvedad de las caricias
que recibo de los niños...


Yo, madera del olivo,
mi savia aún te llama,
reverencia del verdor,
sublime herencia del Hijo,
cual Padre que te Ama,
apoya tu cabeza,
entre mis ramas te cobijo.

Luz del alto Cielo,
renazca en mí
el Monte entero de los Olivos,
pues verás con esplendor
la fiel Misión,
como portal de Libertad
y regreso al Reino Vivo.

Ya ves, no somos más,
somos los de Siempre
aquí reunidos,
aguardando con Certeza
aquella Brisa Eterna,
                  floreciendo hoy,
                                       Agradecidos...

               
                        María Soledad Ranzuglia
                             La Cumbre, Abril 2009.

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