Los argentinos recordamos los 25 años de la llegada de la Democracia al pais
Homenaje a Raúl Alfonsin
Luego de 25 años inéditos, sin golpes de Estado, Argentina avanza, con paso aún vacilante y superando múltiples conflictos institucionales y graves crisis económicas, hacia la consolidación del sistema
Ya vienen los votos del Gran Buenos Aires", decía en Córdoba un analista político inclinado al peronismo en la tardecita del domingo 30 de octubre de 1983, cuando los primeros cómputos le daban al candidato radical Raúl Alfonsín una ventaja considerable sobre el peronista Ítalo Luder.
Pero los famosos votos del distrito más peronista de la Argentina nunca llegaron o, en todo caso, no fueron suficientes para impedir que Alfonsín, con 7.431.679 votos, se alzara con una victoria histórica sobre Luder (5.719.881 votos).
También en Córdoba el triunfo correspondió a la fórmula radical integrada por Eduardo Angeloz y Edgardo Grosso, quienes obtuvieron 778.150 votos contra 572.300 del binomio peronista Raúl Bercovich Rodríguez-Alejo Simó.
El duelo por la Municipalidad de la ciudad de Córdoba lo protagonizaron Ramón Bautista Mestre (300.980 sufragios) y José Manuel de la Sota (214.208).
Además de histórica, porque ponía fin a una dictadura militar sanguinaria y extraviada, cabría calificar a la victoria radical como sorprendente. Por la contundencia de las cifras (51,83 por ciento contra 40,17) y porque los radicales jamás habían podido vencer antes al justicialismo en elecciones sin proscripciones.
Fuente La Voz del Interior
Pero los famosos votos del distrito más peronista de la Argentina nunca llegaron o, en todo caso, no fueron suficientes para impedir que Alfonsín, con 7.431.679 votos, se alzara con una victoria histórica sobre Luder (5.719.881 votos).
También en Córdoba el triunfo correspondió a la fórmula radical integrada por Eduardo Angeloz y Edgardo Grosso, quienes obtuvieron 778.150 votos contra 572.300 del binomio peronista Raúl Bercovich Rodríguez-Alejo Simó.
El duelo por la Municipalidad de la ciudad de Córdoba lo protagonizaron Ramón Bautista Mestre (300.980 sufragios) y José Manuel de la Sota (214.208).
Además de histórica, porque ponía fin a una dictadura militar sanguinaria y extraviada, cabría calificar a la victoria radical como sorprendente. Por la contundencia de las cifras (51,83 por ciento contra 40,17) y porque los radicales jamás habían podido vencer antes al justicialismo en elecciones sin proscripciones.
Fuente La Voz del Interior
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