Programación del segundo bimestre de Cineclub en La Cumbre
Roger trajo adelantos del Festival de Cannes
Algo de lo que se vio en el festival de Cannes, hace menos de una semana, lo podremos ver desde este miércoles en La Cumbre. Es decir que Cannes no está tan lejos.
Este bimestre empieza con un filme inglés, Si, de la reconocida Sally Potter, la realizadora de Orlando, pelÃcula que junto con otros 4 tÃtulos
nuestro cineclub habrá, durante todo el año, de ofrecer a la comunidad inglesa de La Cumbre, imágenes de su lugar de origen. El film de Potter, más allá de ofrecer un retrato justo de una Inglaterra post 11/9, es una de las tantas pelÃculas que intentan articular un discurso sobre el mundo. Es decir, un cine cuya pretensión vital es devolver en su contenido algo del mundo que se escapa, que no se deja ver, algo que queda sepultado bajo la mirada del sentido común, y que necesita ser visto de otro modo para ser pensado, acaso modificado.
No todas las pelÃculas en este bimestre tienen ese cometido. Hay pelÃculas sobre la amistad, la arquitectura, la literatura, la familia. Claro que si uno ve la pequeña comedia de Panahi, Fuera de juego, sobre la pasión futbolera de las mujeres en Irán, no sólo podrá reÃrse por lo absurdo de algunas costumbres, sino que habrá de tener imágenes alternativas de un paÃs hoy satanizado, uno del que carecemos de imágenes. El cine puede recolectar lo que otros medios audiovisuales deciden dejar fuera.
Y por ese motivo, junto con la municipalidad de La Cumbre, he programado dos pelÃculas, una muy larga y otra no muy extensa, en la que la ecologÃa adquiere un significado social, más polÃtico que naturalista. Se trata de la obra maestra de Spike Lee, Cuando el dique se rompió, sobre el desastre no tan natural del Katrina, y la ya exhibida en el cineclub, La espigadora y los espigadores, el lúcido filme de Agnes Varda que, entre otras cosas, permite modificar nuestra concepción general de la basura. El acceso a estos filmes será gratuito.
Y además siguen los ciclos de cine experimental: un film de Van Sant rodado en Salta, y con Matt Damon, y uno de Sokurov sobre Lenin, un retrato que personalmente no comparto sobre el lÃder bolchevique, aunque un film formalmente incuestionable, admirable. Y siguen las pelÃculas de Alain Resnais, un maestro moderno del medio. Y anticipamos con Vivir su vida, de Godard, el mes de agosto, cuando exhibiré en horario especial la Historias de cine completa del realizador suizo.
Son bienvenidos todos, absolutamente todos los habitantes de esta localidad. El cine siempre fue y será, esencialmente, arte popular.
Roger Alan Koza, programador.
nuestro cineclub habrá, durante todo el año, de ofrecer a la comunidad inglesa de La Cumbre, imágenes de su lugar de origen. El film de Potter, más allá de ofrecer un retrato justo de una Inglaterra post 11/9, es una de las tantas pelÃculas que intentan articular un discurso sobre el mundo. Es decir, un cine cuya pretensión vital es devolver en su contenido algo del mundo que se escapa, que no se deja ver, algo que queda sepultado bajo la mirada del sentido común, y que necesita ser visto de otro modo para ser pensado, acaso modificado.
No todas las pelÃculas en este bimestre tienen ese cometido. Hay pelÃculas sobre la amistad, la arquitectura, la literatura, la familia. Claro que si uno ve la pequeña comedia de Panahi, Fuera de juego, sobre la pasión futbolera de las mujeres en Irán, no sólo podrá reÃrse por lo absurdo de algunas costumbres, sino que habrá de tener imágenes alternativas de un paÃs hoy satanizado, uno del que carecemos de imágenes. El cine puede recolectar lo que otros medios audiovisuales deciden dejar fuera.
Y por ese motivo, junto con la municipalidad de La Cumbre, he programado dos pelÃculas, una muy larga y otra no muy extensa, en la que la ecologÃa adquiere un significado social, más polÃtico que naturalista. Se trata de la obra maestra de Spike Lee, Cuando el dique se rompió, sobre el desastre no tan natural del Katrina, y la ya exhibida en el cineclub, La espigadora y los espigadores, el lúcido filme de Agnes Varda que, entre otras cosas, permite modificar nuestra concepción general de la basura. El acceso a estos filmes será gratuito.
Y además siguen los ciclos de cine experimental: un film de Van Sant rodado en Salta, y con Matt Damon, y uno de Sokurov sobre Lenin, un retrato que personalmente no comparto sobre el lÃder bolchevique, aunque un film formalmente incuestionable, admirable. Y siguen las pelÃculas de Alain Resnais, un maestro moderno del medio. Y anticipamos con Vivir su vida, de Godard, el mes de agosto, cuando exhibiré en horario especial la Historias de cine completa del realizador suizo.
Son bienvenidos todos, absolutamente todos los habitantes de esta localidad. El cine siempre fue y será, esencialmente, arte popular.
Roger Alan Koza, programador.
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