Para mantener el Museo Mujica Lainez, venden libros del legado
La casa en la que vivió el escritor es un museo, a cargo de una fundación
La venta de 13 ediciones especiales del escritor desató una guerra de acusaciones cruzadas entre el comprador y la Fundación. Son más de 15 mil volúmenes que no están siquiera inventariados
José Hernández
CorresponsalÃa
La Cumbre. Ayer, las puertas cerradas de la histórica casona El ParaÃso, en el paraje Cruz Chica de esta señorial villa serrana, pareció marcar la controvertida situación que viven por estos dÃas los integrantes de la Fundación Manuel Mujica Lainez, ante las acusaciones públicas de un comprador de 13 ediciones especiales del escritor.
El sábado pasado, cuando no se permitió el ingreso de periodistas junto a otras personas cuyos nombres integran un listado. El hecho fue confirmado a este diario por el propio presidente de la entidad, Eduardo Arnau.
Los traumáticos hechos, que pusieron sobre la mesa de discusión la supervivencia del museo y el destino de los miles de volúmenes que preserva, comenzaron en junio de este año.
En esa fecha la Fundación vendió 13 libros, ediciones especiales, por la suma de 4.500 pesos al bibliófilo Gotcha Chatirichvili (37), oriundo de Georgia (uno de los paÃses surgidos tras el desmembramiento de la Unión Soviética) y naturalizado argentino. El hombre es doctor en ciencias humanÃsticas con tÃtulos logrados en Polonia, conferencista, escritor y profesa "amor por los libros", según dice.
"Soy comprador de buena fe. Eduardo Arnau me vendió en su domicilio de Córdoba los libros. Los pagué pero nunca logré que me entregara un recibo como corresponde", enfatizó Chatirichvili, en diálogo con este diario.
El hombre se negó a revelar los tÃtulos adquiridos, asegurando que "ante esta situación y sospechando una cuestión oscura, deposité en una escribanÃa bajo custodia los ejemplares. Nunca respondieron mis cartas documentos".
También criticó la polÃtica de la entidad, a pesar de su adquisición: "Aunque el estatuto incluya un artÃculo por el cual puedan vender ejemplares y objetos, están condenando la esencia de la casa-museo: esto es patrimonio cultural de todos los argentinos".
"Sin apoyo de nadie". Eduardo Arnau, presidente desde este año de la Fundación Manuel Mujica Lainez, en diálogo con La Voz del Interior, reconoció: "Tuvimos que vender algunos libros y objetos, nos autoriza el estatuto. La entidad tuvo problemas económicos. TenÃa una deuda con la Administración Federal de Ingresos Públicos y por un juicio laboral".
En relación a Chatirichvili, Arnau disparó munición gruesa. "No es bibliófilo, es un compra y venta de libros, nada más. Es verdad que le vendà los libros en mi casa, porque es el domicilio legal de la Fundación en la ciudad de Córdoba y la venta estaba aprobada por el consejo de administración, como corresponde", aseguró.
Para Arnau, la controversia se originó cuando "este hombre quiso hacer una segunda compra a un precio irrisorio y le rechazamos la oferta. Entonces, armó un escándalo".
Arnau aclaró que se deben afrontar cinco sueldos y los gastos fijos del museo. "No tenemos ningún apoyo de nadie, recorrimos las instituciones oficiales y no hemos logrado ayuda alguna. Ahora decidimos los miembros afrontar de nuestro bolsillo todo, luego de este escándalo", apuntó Arnau. Admitió que los miles de libros que hay en la casona no están inventariados.
Cruz Chica. La casa en la que vivió el escritor es un museo, a cargo de una fundación.
La Voz del Interior
CorresponsalÃa
La Cumbre. Ayer, las puertas cerradas de la histórica casona El ParaÃso, en el paraje Cruz Chica de esta señorial villa serrana, pareció marcar la controvertida situación que viven por estos dÃas los integrantes de la Fundación Manuel Mujica Lainez, ante las acusaciones públicas de un comprador de 13 ediciones especiales del escritor.
El sábado pasado, cuando no se permitió el ingreso de periodistas junto a otras personas cuyos nombres integran un listado. El hecho fue confirmado a este diario por el propio presidente de la entidad, Eduardo Arnau.
Los traumáticos hechos, que pusieron sobre la mesa de discusión la supervivencia del museo y el destino de los miles de volúmenes que preserva, comenzaron en junio de este año.
En esa fecha la Fundación vendió 13 libros, ediciones especiales, por la suma de 4.500 pesos al bibliófilo Gotcha Chatirichvili (37), oriundo de Georgia (uno de los paÃses surgidos tras el desmembramiento de la Unión Soviética) y naturalizado argentino. El hombre es doctor en ciencias humanÃsticas con tÃtulos logrados en Polonia, conferencista, escritor y profesa "amor por los libros", según dice.
"Soy comprador de buena fe. Eduardo Arnau me vendió en su domicilio de Córdoba los libros. Los pagué pero nunca logré que me entregara un recibo como corresponde", enfatizó Chatirichvili, en diálogo con este diario.
El hombre se negó a revelar los tÃtulos adquiridos, asegurando que "ante esta situación y sospechando una cuestión oscura, deposité en una escribanÃa bajo custodia los ejemplares. Nunca respondieron mis cartas documentos".
También criticó la polÃtica de la entidad, a pesar de su adquisición: "Aunque el estatuto incluya un artÃculo por el cual puedan vender ejemplares y objetos, están condenando la esencia de la casa-museo: esto es patrimonio cultural de todos los argentinos".
"Sin apoyo de nadie". Eduardo Arnau, presidente desde este año de la Fundación Manuel Mujica Lainez, en diálogo con La Voz del Interior, reconoció: "Tuvimos que vender algunos libros y objetos, nos autoriza el estatuto. La entidad tuvo problemas económicos. TenÃa una deuda con la Administración Federal de Ingresos Públicos y por un juicio laboral".
En relación a Chatirichvili, Arnau disparó munición gruesa. "No es bibliófilo, es un compra y venta de libros, nada más. Es verdad que le vendà los libros en mi casa, porque es el domicilio legal de la Fundación en la ciudad de Córdoba y la venta estaba aprobada por el consejo de administración, como corresponde", aseguró.
Para Arnau, la controversia se originó cuando "este hombre quiso hacer una segunda compra a un precio irrisorio y le rechazamos la oferta. Entonces, armó un escándalo".
Arnau aclaró que se deben afrontar cinco sueldos y los gastos fijos del museo. "No tenemos ningún apoyo de nadie, recorrimos las instituciones oficiales y no hemos logrado ayuda alguna. Ahora decidimos los miembros afrontar de nuestro bolsillo todo, luego de este escándalo", apuntó Arnau. Admitió que los miles de libros que hay en la casona no están inventariados.
Cruz Chica. La casa en la que vivió el escritor es un museo, a cargo de una fundación.
La Voz del Interior
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