Intrigas en El Paraíso: sigue el hermetismo de la Fundación Mujica Láinez

la casona ubicada en Cruz Chica, Córdoba, que habitó Manuel Mujica Láinez hasta su muerte, es eje de una dura polémica. La disputa lleva años, pero ahora vecinos de la zona, amigos y familiares del escritor decidieron hablar. Se quejan de que la Fundación que tiene a su cargo la casa museo en las sierras cordobesas estaría vendiendo valiosos objetos y libros de la colección.

Del otro lado, el consejo que regentea la casa admite algunas ventas, pero sostiene que todo se ha hecho en un marco legal y bajo las normas de su propio estatuto. "Es mentira que se vendan cosas con fines espurios, sí lo hemos hecho años ha para afrontar embargos y gastos por sueldos", dijo Eduardo Arnau, presidente de la Fundación desde marzo de este año, cuando reemplazó a Inés de Allende en el cargo.

En su artículo octavo, el estatuto dice que "la Fundación posee capacidad jurídica plena para enajenar (...) transferir, gravar, locar y administrar toda clase de bienes muebles e inmuebles por cualquier causa o título...". Está claro, el reglamento firmado por la viuda de Mujica Láinez (murió en 1994), creadora de la fundación, faculta al consejo administrativo a vender las obras y libros de la casa museo.

"Vi en Internet, en el remate de la Galería Arroyo la foto de un dibujo, caricatura de Oscar Wilde por Nalé Roxlo que estaba en la biblioteca de mi padre", le confió a Clarín.com Ana Mujica Láinez, hija del escritor. También se ha vendido un Niño Dios de pie de marfil, francés del S XVI, de unos 40 cm. "Esa pieza estuvo varios años expuesta en el Museo Larreta donde trabajé. Me la había regalado mi abuela materna", siguió Mujica Láinez.

En paralelo, el catálogo número 30 del librero anticuario Víctor Aizenman ofrece "Cantata de Bomarzo", un libro de 'Manucho' ilustrado con siete aguafuertes originales del pintor italiano Luciano de Vita. Piden US$ 1700. Es una edición original dedicada por De Vita a Mujica Láinez. Y por si fuera poco, en los últimos días un coleccionista georgiano asegura haber comprado al menos cinco libros que pertenecían a la colección expuesta en El Paraíso. Esta venta consta en las actas de la Fundación, aunque no en detalle. El mismo Arnau las presentó ante Clarín.com

"Hace dos meses le compré 13 libros a Eduardo Arnau. Cuando los tuve en mis manos dudé acerca de su procedencia, entonces le pedí una factura que jamás me dio", dice Gotcha Chatirichvili, un coleccionista georgiano que vive hace 10 años en nuestro país. Entre los libros que compró hay un ejemplar de la "Oda Latina" de Ricardo Rojas dedicado a Mujica Láinez, "Rosaura" de Ricardo Güiraldes, al que le borraron la dedicatoria y un libro "importante" de Levillier. "Me consta que esos libros estaban en El Paraíso", dijo Ana Mujica Láinez.

Las ventas y el volumen de una biblioteca que, jamás terminó de inventariarse, son la punta del iceberg de esta polémica en torno a uno de los escritores argentinos más reconocidos del siglo pasado. No existe acuerdo acerca de la cantidad de volúmenes que hay en El Paraíso. Desde la Fundación dicen que no está inventariada pero que la cifra rondaría los 15 mil. En cambio, Lucía Pravia, que renunció a su cargo en la Fundación en 1997 "por desacuerdos irreconciliables con la comisión directiva" dice que eran muchos más los libros.

"Al momento de dejar mis funciones había en la biblioteca, distribuida en varias habitaciones de la casa, una cifra estimada en más de 20 mil ejemplares", dijo. Y en esa cifra coinciden Sonia Marsal, la escritora amiga de Manucho, que vive en el vecino poblado de Los Cocos y, también, Lilian Melo, nuera de Josefina de Melo, vecina y amiga del escritor. "Los estantes estaban abarrotados, cuando los contemos vamos a preocuparnos mucho" dijo Melo.

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