MAS MUNICIPIOS BUSCAN REFORZAR A LA POLICIA

Desde hace algunos años, varios municipios cordobeses vienen ensayando experiencias de patrullajes con personal propio, en
acuerdo con la Policía.

“Vamos a formar una patrulla urbana con vecinos de la localidad,
porque si esperamos a que la Provincia mande policías, nos van a
seguir robando”.Entre el reclamo, el intendente de Anisacate, Ramón
Zalazar, coló una advertencia: la de crear un grupo de seguridad y patrullaje con
personal municipal y simples vecinos. A eso sonaba.
Fue hace un mes y abrió un espacio para la polémica. El jefe de la Policía de
Córdoba, Julio Suárez, tras replicar que ese pueblo, vecino a Alta Gracia, tenía
patrulleros y agentes disponibles, acotó: “De ninguna manera se podrá permitir
una patrulla urbana. No hay ley que lo permita. Lo que sí se puede hacer es un
servicio de seguridad ciudadana, como en Villa Allende, donde un policía de
adicional acompaña a hacer una ronda a personal municipal, en un vehículo
municipal”.
Desde hace algunos años, varios municipios cordobeses vienen ensayando
experiencias de patrullajes con personal propio, en acuerdo con la Policía.
Legalmente, no es posible que un vecino o empleado municipal cumpla el rol de
policía, y menos aún que porte armas.
Villa Allende revisó
El jefe de Policía citó el ejemplo de Villa Allende, aunque esa experiencia está en
retirada. Durante dos décadas funcionó allí un área municipal de Seguridad
Ciudadana, pero al asumir el intendente Héctor Colombo, en 2011, redujo su perfil.
Contaba con móviles, personal capacitado y elementos de comunicación que,
muchas veces, les permitía llegar a un hecho antes que la Policía. En algunas
ocasiones, se puso en riesgo al personal civil y aparecieron conflictos de
superposición con roles policiales.
La Cumbre, La Falda y Villa Giardino, municipios vecinos de Punilla, disponen de
vehículos (obtenidos por cesiones de la Justicia) que son manejados por
empleados comunales, habitualmente acompañados de un policía, en calidad de
adicional. Los patrullajes son, por lo general, nocturnos, y el móvil lleva un teléfono
al que los vecinos pueden llamar en caso de observar situaciones sospechosas.