En Punilla turismo pobre y camino salvador

Las vacaciones de invierno sufren su desdoblamiento

Esta semana pasada de vacaciones de invierno y la que transcurre en el centro de norte de Punilla, el corredor turístico que se extiende desde Bialet Massé hasta San Marcos Sierras paralelo a las vías férreas y la ruta nacional 38, ha dejado un magro balance de afluencia de visitantes

La primera semana podemos contabilizar un 40 por ciento de ocupación en hoteles y cabañas. Esperamos trepar al 80  por ciento con la afluencia del turismo de Buenos Aires”, auspició Facundo Romero, secretario de Turismo de La Cumbre.
Para su par de La Falda, Daniel Buonamico, la situación es parecida. “La primera semana trepamos al 45 por ciento de ocupación, esperamos mejor en lo que resta de las vacaciones. No dudamos que este fin de semana con el Festival Nacional del Tango repuntaremos”, apuntó.
Para Ricardo Adbemur, presidente de la Asociación Serrana de Hoteles de Punilla, el pronóstico no es tan auspicioso. “Estimo no llegamos al 30 por ciento de ocupación en el primer tramo y lo que resta ojalá lleguemos al 60. Hay que considerar la Copa América que aporta buen turismo a Córdoba capital”, evaluó.
En lo que todos coincidieron, incluyendo comerciantes, es el que el fin de semana hubo una inusual afluencia de gente en confiterías, bares y restaurantes. El fenómeno tiene una explicación: la inauguración del Camino del Cuadrado la semana pasada parece auspiciar otra modalidad del miniturismo cordobés. Miles de automovilistas en escasos treinta minutos arribaron al corazón de Punilla atravesando las Sierras Chicas, en un paseo inédito hasta el momento.

José Hernández

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