Los hostels se afianzan en las sierras
Una modalidad de alojamiento que acapara extranjeros.
La Cumbre ya tiene tres establecimientos: El Cóndor y la Cumbre en el casco céntrico, y Alma Guacha camino a Cuchi Corral a tres kilómetros de la ruta nacional 38 con un paisaje serrano de excepción. Fernando Chiericattiti y su madre Nelly Grosso encabezan la lista de osados que decidieron imponer en 2001 este tipo de hotelerÃa con especialistas caracterÃsticas en La Cumbre
En Punilla centro norte, lento pero a paso firme, se van imponiendo los hostels ante la creciente demanda impuesta por extranjeros, especialmente europeos, que optan por esta modalidad de alojamiento de gran aceptación en innumerables destinos turísticos del mundo.
El Cosquín Hostel domina el panorama de la materia en la Capital del Folklore. La Cumbre ya tiene tres establecimientos: El Cóndor y la Cumbre en el casco céntrico, y Alma Guacha camino a Cuchi Corral a tres kilómetros de la ruta nacional 38 con un paisaje serrano de excepción.
Capilla del Monte y el indudable atractivo del cerro Uritorco con sus visitantes de los más remotos destinos de origen viene imponiendo la modalidad. Los Tres Gómez, Casablanca y Hunab-Ku brindan lo buscado: ciclismo, cabalgatas, parapentes y vida al aire libre en contacto directo con la naturaleza, con el bajo costo comparativo a otro tipo de alojamientos, están a la orden del día.
En un costo promedio en la región los hostels cobran por día y por persona de 35 a 45 pesos.
En un costo promedio en la región los hostels cobran por día y por persona de 35 a 45 pesos.
Pioneros
Fernando Chiericattiti y su madre Nelly Grosso encabezan la lista de osados que decidieron imponer en 2001 este tipo de hotelería con especialistas características en La Cumbre.
Bautizaron al antiguo caserón como la zona urbana que lo alberga: El Cóndor y volcaron su espíritu de viajeros. “Fernando en determinado momento recorrió el mundo y comenzó a comentarnos de esta modalidad ya impuesta en muchas partes del planeta: ahí comenzamos e importamos la idea. Acumulamos las experiencias, porque debo confesar que logré concretar innumerables viajes al extranjero, reformamos el caserón y nosotros también nos lanzamos a la aventura”, asegura Nelly.
Una breve recorrida por el lugar exhibe “dormis” compartidos con cuchetas para tres o cinco personas, con una cocina comedor interno totalmente equipado. La parrilla está ubicada en el exterior: todo brilla por su higiene.
“Nuestra clientela se extiende todo el año y la encabezan jóvenes europeos de 20 a 30 años de edad, no más. El costo es de 60 pesos diarios y tenemos una razón valedera: estamos en la reconocida guía australiana Lonely Planet en un recuadro destacado, que es la brújula de cualquier universitario que se lanza a recorrer el mundo a bajo costo”, grafica Nelly.
Alemanes y holandeses encabezan estadísticamente el registro de visitantes, seguidos por franceses y estudiantes de los Países Bajos. “Nunca tuvimos un solo problema por la convivencia que impone el hostel, la educación y el buen trato son admirables en los dos sexos; son grandes amantes de la naturaleza y la respetan”, sentencia Nelly.
Fernando Chiericattiti y su madre Nelly Grosso encabezan la lista de osados que decidieron imponer en 2001 este tipo de hotelería con especialistas características en La Cumbre.
Bautizaron al antiguo caserón como la zona urbana que lo alberga: El Cóndor y volcaron su espíritu de viajeros. “Fernando en determinado momento recorrió el mundo y comenzó a comentarnos de esta modalidad ya impuesta en muchas partes del planeta: ahí comenzamos e importamos la idea. Acumulamos las experiencias, porque debo confesar que logré concretar innumerables viajes al extranjero, reformamos el caserón y nosotros también nos lanzamos a la aventura”, asegura Nelly.
Una breve recorrida por el lugar exhibe “dormis” compartidos con cuchetas para tres o cinco personas, con una cocina comedor interno totalmente equipado. La parrilla está ubicada en el exterior: todo brilla por su higiene.
“Nuestra clientela se extiende todo el año y la encabezan jóvenes europeos de 20 a 30 años de edad, no más. El costo es de 60 pesos diarios y tenemos una razón valedera: estamos en la reconocida guía australiana Lonely Planet en un recuadro destacado, que es la brújula de cualquier universitario que se lanza a recorrer el mundo a bajo costo”, grafica Nelly.
Alemanes y holandeses encabezan estadísticamente el registro de visitantes, seguidos por franceses y estudiantes de los Países Bajos. “Nunca tuvimos un solo problema por la convivencia que impone el hostel, la educación y el buen trato son admirables en los dos sexos; son grandes amantes de la naturaleza y la respetan”, sentencia Nelly.
Nota de José Hernández
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