PALACE HOTEL, pionero del turismo
Páginas Históricas de La Cumbre por Francisco Capdevila
En 1909 se inaugura el Hotel El Alto, situado cerca de la estación de La Cumbre del ferrocarril Central Norte. El establecimiento estaba administrado por Ismael Centeno, poseía 40 plazas y lujosos salones, cuartos de estar y balcones para los huéspedes,
señalaba la información publicada en el libro “Twentieth Century impressions of Argentina” (página 711, editado en Inglaterra en 1910).
También ponía de relieve que “recordaba las alturas escocesas” por el típico escenario montañoso, que permite paseos en automóviles, cabalgatas y montañismo. Los visitantes podían realizar entre otras actividades deportivas: golf (tenía una cancha de 9 hoyos), tenis, croquet y en los alrededores de La Cumbre: pesca.
Sobre las provisiones del hotel, el lugar poseía una granja donde se proveía de leche y crema fresca, huevos, aves, cordero, carne vacuna, verduras y frutas, además de pan casero, scones, tortas y manteca. Además disponía de un generador que e permitía dar luz eléctrica a todas sus instalaciones (en La Cumbre la energía eléctrica se instaló a fines de 1922).En la época se decía que El Alto es recomendable tanto para el turista que busca recreación, como para el cansado hombre de negocios en busca de reposo.En 1916, estaba incluido en la Guía General de Caminos de la Provincia. Ya para 1918, el hotel se llamaba La Cumbre y su propietario era el señor José Guanziroli. En el libro de Harold Curtis Perkins (1918) puntualizaba “que se ha construido el hotel pensando en el confort de sus huéspedes, más que por su valor arquitectónico”.Para 1923 era el sitio de reunión de todas las actividades sociales, culturales y políticas de La Cumbre.Se establece el Palace HotelEn 1928 es vendido a la firma Rusca y Gallo, propietarios del Palace Hotel de Rosario, quienes se dieron a la tarea de remodelar el edificio tarea que se inicia el 28 de abril de 1929 y se extiende por un año.La nueva estructura tiene 3 pisos, con 36 dormitorios y 26 baños, dos toilettes y 4 WC y dos piletas de natación de grandes dimensiones. Para el verano de 1930 estaba en pleno funcionamiento y lo más selecto de la sociedad rosarina, porteña y cordobesa iniciaba largos períodos de vacaciones entre diciembre y marzo de cada año. Para el 31 de diciembre de ese año, Antonio Rusca pidió permiso a las autoridades municipales para instalar un casino en el hotel, hecho que le fue denegado.
Variedad de actividadesCabalgatas, cacerías del zorro, junto a dinner danzantes, y exquisitos espectáculos formaban parte del ofrecimiento del hotel, que para 1935 y con decisión de fomentar el turismo, hizo filmar una película que se llamó “Desde las Sierras de Córdoba”.Fiestas de beneficencia, bailes de carnaval, picnic en Cuchi Corral, cacerías de vizcachas, competencias acuáticas, torneos de polo, recorridos en bicicletas, celebración de la nochebuena. Eran algunas de las actividades que complementaban las recreaciones permanentes de las que participaban gran parte de los viajeros alojados.En la década del 40 había incorporado una orquesta estable para sus bailes y contaba con peluquería para damas y caballeros, y su fuente de agua proviene de un manantial de agua mineral exclusivo.Entre 1950 y 1954 fue el epicentro de las carreras automovilísticas de Fuerza limitada, que al estilo de la actual formula uno, transitaban un circuito céntrico pavimentado de 2400 metros de extensión, participando Onofre Marimón, Froilán González, Juan Manuel Fangio, entre otros.
Un hotel de lujoHay que destacar que el hotel Palace tuvo durante muchos años folletería propia con circuitos turísticos diseñados por los responsables del establecimiento, que aún pueden competir con cualquier oferta turística.A mediados del siglo XX el hotel Palace estaba categorizado de tres estrellas y el precio de hospedaje en habitación doble, en invierno (tenía calefacción central) era entre 32 y 50 pesos al igual que en el verano. Desayunar costaba $ 1.50 y almorzar o cenar $ 5 y el te $ 1.80. Por ese entonces totalizaba 116 habitaciones de las cuales 77 tenían baño privado.Los clientes tenían acceso gratuito a diarios como La Capital de Rosario, La Nación, La Voz del Interior, entre otros, que por docenas eran dejados cada día en la recepción del hotel, por el diarero Pedro Bazán.
Fiestas temáticasLas fiestas temáticas como Noches de Europa, Fiesta Oriental, La Gran fiesta de la Conga, El embrujo de Sevilla, fueron parte de la mística de este hotel.La mayor parte de las reuniones organizadas por las entidades locales se realizaban en sus cómodos salones (prácticamente en las décadas del 60 y parte del 70 las cenas de egresados del IDES eran en este lugar).Aunque a fines de los 60 había entrado en una etapa de decadencia que abarcaba a gran parte de La Cumbre, en lo referente al turismo.
Colonia de la U.O.C.R.A.En 1974, es vendido a la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA). Este sindicato lo reinaugura el 15 de diciembre de ese año bajo el nombre de Unidad Turística “22 de Abril”. Siendo primeros administradores Mario Espoturno y Beatriz de Espoturno. El primer contingente de turistas de este gremio arribó para instalarse el 26 de diciembre.Cabe señalar que las tareas de remodelación y equipamiento fueron dirigidas por el ingeniero Roberto Álvarez y la arquitecta Nélida Valsamakis.Esta nueva colonia sindical dispone de 85 habitaciones con baño privado, de acuerdo a la publicación oficial de la U.O.C.R.A., de enero de 1975.En la actualidad todavía es propiedad de ese gremio, aunque su explotación se realiza en forma privada. Su categoría actual es hotel una estrella. Epígrafe de fotos: Foto 1: El magnifico edificio del Palace Hotel albergó durante décadas, no sólo a turistas, sino los sueños visionarios de avanzados conceptos en los servicios, la recreación y la difusión mejorando permanentemente la calidad de la oferta, lo que dio lugar a nuevas radicaciones estables y aumentó notablemente los puestos de trabajo en la localidad. Foto 2: Personal de servicio del Palace Hotel en la década del 50.
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COMO TODO EN LA CUMBRE SE PIERDE!!!!! QUE PENA A LOS PODEROSOS DE DISTINTA HABLA LES IMPORTA UN PITO LA HISTORIA Y LA CULTURA,Y NI HABLEMOS DEL TRABAJO!!!!
Extraordinario poder leer datos del hotel Palace, en que vivÃ, de chico (1938-1940 aprox) con mis padres. Muy bueno tambien que comentan la historia del dueño del hotel, Antonio Rusca, que creo era pariente de mi madre.