Porqué cuestionan los ambientalistas la basura empaquetada en caramelos?

Aval y cuestionamientos al sistema de Leones

Juan Quaglia, Secreataría de Ambiente de la provicnia aclaró que Ambiente no promueve este sistema, pero que lo avala bajo ciertas condiciones para aquellas ciudades o regiones que lo elijan.

Caramelos gigantes, pero con cinco toneladas de basura adentro. Eso parecen las cápsulas en las que entierra empaquetada su basura la ciudad de Leones, en el sudeste cordobés. Ferioli, empresa de esa localidad, diseñó y puso en marcha allí el sistema hace dos años.

¿Es la solución al tan debatido pero nunca solucionado problema del tratamiento de la basura en esta provincia? En los últimos meses, y con aval de la Secretaría de Ambiente de Córdoba, las más de 20 localidades de los departamentos del extremo sur cordobés (General Roca y Sáenz Peña) acordaron aplicarlo para erradicar sus basurales a cielo abierto.

La inversión contempla crear dos puntos de disposición final, en Huinca Renancó y Laboulaye, donde se enterrarán las cápsulas herméticas. Ambiente de Córdoba aporta los siete millones de pesos que costarán las dos plantas más las 11 playas de transferencia.

En las últimas semanas, la Comunidad Regional Punilla avisó que podría adoptar este sistema, en una zona poblada de basurales a cielo abierto. También, el ente que nuclea a los municipios y comunas del norte de San Justo anticipó su interés. Y los del departamento Río Cuarto (excluyendo a la ciudad cabecera que tiene su propio vertedero) también gestionan igual apoyo económico de Ambiente de Córdoba con ese fin.

En realidad, el sistema de Ferioli no es único en su tipo. Por caso, en Calamuchita se avanzó, también con aval de Ambiente, en un proyecto para compactar y empaquetar la basura que quede tras una selección para reciclado, pero a través de maquinarias que otra empresa interesada en el negocio importaría de España. Allí, el proyecto parece parado ahora por los planteos en torno al lugar elegido, cuestionado por riesgo de inundación.

Los que defienden el sistema de las cápsulas herméticas sostienen que es un método ambientalmente eficaz porque los residuos no tienen contacto con aire, suelo ni agua.

Quienes lo cuestionan señalan que no representa una solución ambiental y que, como los vertederos, termina concentrando en ciertos puntos toneladas de residuos que algún día serán un gran problema.

Con aval. Juan Quaglia, subsecretario de Residuos Sólidos Urbanos de la Secretaría de Ambiente de Córdoba, justificó el aval a este sistema “porque representa un avance enorme en relación a los basurales a cielo abierto”. Aclaró que es viable para ciudades medianas o para regiones de hasta 100 mil habitantes. “No sería de utilidad para una ciudad como Córdoba”, acotó.

Lo señaló como más ventajoso que los vertederos controlados para las zonas donde las napas son muy superficiales y complican la construcción de cavas profundas de enterramiento. Según Quaglia, respecto de la experiencia inicial en Leones, Ambiente suma ahora como exigencia a quienes lo adopten que los suelos donde se entierren las balas sean también cubiertos con material impermeable, para asegurar que eventuales pérdidas no generen contaminación a tierra y napas, y, además, que vayan acompañados por plantas de reciclado, para separar los residuos recuperables y reducir el total a empaquetar y enterrar. “Mientras menos se entierre, menos costo y menos riesgo de contaminación”, señaló como premisa.

Quaglia aclaró que Ambiente no promueve este sistema, pero que lo avala bajo ciertas condiciones para aquellas ciudades o regiones que lo elijan.

Sin aval. Los grupos ambientalistas no se muestran a favor de estas alternativas de empaquetado. La principal objeción que plantean es que, como los vertederos de enterramiento, siguen concentrado basura en un punto. Sugieren en cambio, para minimizar el impacto ambiental, que cada localidad se haga cargo de tratar su basura, o cuanto mucho, que varias pequeñas y vecinas lo hagan en conjunto.

“No es un tratamiento de residuos, es un negocio que da una respuesta restringida y parcial al problema”, marcó Raúl Montenegro, presidente de Funam. “Se necesitan soluciones integrales, a largo plazo, y no inventar soluciones mágicas como estos paquetes o la gasificación de Innviron. Lo que falta es una verdadera política de Estado”, opinó. Para Funam, “al ser una respuesta acotada, las cápsulas no representan una solución”. Planteó que la prioridad debería ser no concentrar basura, para evitar crear “sitios de sacrificio”, y promover “verdaderos planes de reducción y de reciclado”.

 Informe de La Voz del Interior

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