La mujer sin piano, de Javier Rebollo, España-Francia, 2009
17 de noviembre, a las 20.30hs en Sala Berti
Cortometraje: Carta a Freddy Buache (11’), de Jean-Luc Godard, Francia-Suiza, 1982 La mujer sin piano, segunda película de Javier Rebollo, es una fantasía filosófica sobre la identidad y su carácter contingente. La referencia aquí ya no es Bresson, como sucedía en su primera película Lo que sé de Lola,
a pesar de que el trabajo sobre las simetrías y el grado cero de expresión en las interpretaciones pueden remitir al universo del maestro de Mouchette.
Ahora es citado Jacques Tati (y quizás Iosseliani), en esta comedia sobre la alienación ciudadana en la que una mujer de unos cincuenta años se calza una peluca y en medio de la noche se va a caminar mientras su marido sigue durmiendo en su departamento. Así, el azar la lleva a una estación. Quizás viaje a Polonia con un ciudadano de ese país, un tipo más joven que conoce en la estación, un hombre preocupado y solitario que encuentra sosiego cuando puede reparar cosas, porque así, aparentemente, su cerebro sintoniza sentido y orden.
El humor es minimalista, como la puesta en escena. Un oportuno travelling de la mujer caminando rumbo a la estación demuestra el control de Rebollo sobre cada bloque de tiempo de su película. Una exégesis de un cuadro en la pared de la casa cifra la película, aunque el inicial fundido en negro mientras se escucha un fragmento musical sinfónico es todavía más misterioso y quizás esencial en el desarrollo de la historia. Si bien el polaco está interpretado por el compositor checo Jan Budar, la banda de sonido no es otra cosa que Madrid y sus sonidos. (Roger Koza)
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