Personal del Hospital Domingo Funes: ¿Amigos?, más que eso… la vida misma…

Siempre me planteo la idea de que tengo que volver de visita al Hospital… a veces hasta me obligo a hacerlo… siento una deuda enorme dentro mío y la quiero retribuir. Sé que debo un lechón con salsa dulce y chukrut… unos CD de The Cure y tantas cosas… producto de la vivencia compartida durante tanto tiempo de internación. Pero cada vez que encaro la posibilidad de llegarme una fuerza oculta me detiene… y me hace reflexionar…

Esa energía me dice que esos seres de luz y de amor que me devolvieron la vida, hoy lo están haciendo por otros… por otros Lázaro que volverán a su vida gracias a ellos. Y que debemos dejarlos tranquilos haciendo su labor convencidos de que cada paciente que sale de un trance como el que me tocó padecer, deja para siempre una parte de sí dentro de esas queridas paredes y sumergido dentro de esos abnegados corazones que laten dentro salvando vidas día a día como parte de su lucha diaria y su decisión de vida.

A veces pienso que necesito transmitir mi vivencia, que tengo que contar que quien cae en la desgracia de estar en la cama de un hospital es protagonista principal de un ida y vuelta en el que se puede hasta darse el lujo de levantarse de una cama de terapia y romper algún costoso aparato… solo para ofrecerse para ayudar. De proponerse a cada momento “comer toda la comida…” como lema de autoestímulo para recuperarse. Porque ante tamaña abnegación es muy difícil no motivarse, no sentirse parte, no corresponder a tanto despliegue de recursos (humanos sobre todas las cosas), ofreciéndoles el premio de verte salir por la puerta y decir adiós. ¿Para no volver?.... no… ya lo dije… sólo para que se vaya una parte ya que otra muy importante queda para siempre en el Hospital Domingo Funes. A veces me dicen: “Que sacrificio tanto tiempo dentro del hospital…” y yo les contesto: “si estuve en un cinco estrellas recuperando mi vida !!!”.

Que difícil es dar nombres… hasta ingrato. Mejor no darlos para no omitir por descuido a nadie. Sólo puedo decirles que son notables eminencias en el arte de curar… y en el arte de querer. Por que yo sé y siento que sienten por mí lo mismo que yo por Ustedes, médicos, enfermeros y enfermeras, personal… vaya para todos en este día tan especial, el Día de los Amigos y también el día en que desperté nuevamente a la vida mi gratitud permanente, por haber devuelto a su hogar al papá de cinco hijos que durante mucho tiempo estuvieron esperando su regreso. Sepan que en cada vivencia, en cada alegría, en cada sonrisa de mi familia están Ustedes como el equipo más formidable y solidario que les devolvió a mis niños su candor y su esplendor. Acá está Papá… gracias a Ustedes !!!.

Queridos amigos del Hospital Domingo Funes: Gracias por la vida !. En este día tan especial sientan que estoy junto a Ustedes como hace un año cuando en ese 20 de Julio los adornos y las salutaciones me despertaron después de tanto tiempo… ¡como me iba a perder las celebraciones!. Gracias, gracias, muchas gracias. Los quiero demasiado y los guardo en el rincón más especial de mi corazón… justo en el que guardo las cosas que más amo. Vayan para Ustedes estas humildes palabras desde lo más profundo de mi ser para que sepan que no los he olvidado y que nunca lo haré.

CHRISTIAN FEDERICO WLK
DNI 17.949.250
La Cumbre (Córdoba)