Diego Concha: El río es para divertirse, pero hay que respetarlo

El rol de Concha es coordinar los recursos humanos y materiales en casos de fenómenos naturales (sismos, inundaciones, tornados) o causados por el hombre (accidentología, incendios) que superen la posibilidad de respuesta de cada región. Sin embargo, estas muertes no estuvieron causadas por fenómenos externos: “Lo atípico es que, generalmente, estos accidentes ocurren cuando hay una creciente repentina y la gente no sale del agua a tiempo, pero estas 11 personas se ahogaron mientras había niveles normales en los cauces de agua”, aseguró el bombero.

–¿Por qué, entonces, ocurrieron estos accidentes?
–Hay que entender que el río es un lugar para divertirse, pero hay que respetarlo. La gente viene distendida a comer su asado, a disfrutar del día, quizá ingieren alguna bebida, pero tienen que estar atentos a los riesgos del río. Si respetamos la cartelería que recomienda no bañarse en zonas que no están protegidas por guardavidas, no meterse en lugares profundos ni solitarios, no arrojarse de cabeza desde rocas o lugares altos y supervisar siempre a los niños, el riesgo se disminuye considerablemente.

–¿Cuáles son los principales peligros en los ríos?
–En los cursos de agua de Córdoba hay muchas piedras, y algunas ollas llegan a tener entre siete y ocho metros de profundidad. Además, todas las crecidas, por más pequeñas que sean, modifican la fisonomía de los ríos. Entonces, si una persona se tiró de cabeza en una olla, y a la noche hubo una crecida que movió las piedras de lugar, cuando regrese a la misma zona y se tire de nuevo puede impactar su cabeza contra una piedra que no estaba allí el día anterior.

–¿Cuánto tiempo puede pasar sumergida una persona hasta ser rescatada?
–Hasta que el llamado ingresa a bomberos, policías o ambulancias, se llega al lugar, se ubica donde está sumergida la persona, se la rescata y se comienza con el protocolo de reanimación, hay veces que pueden pasar unos 15 ó 20 minutos. En ese tiempo, por haber estado sin oxígeno, al ahogado le puede dar un paro cardíaco casi irreversible, y si sobrevive puede quedar en estado vegetativo. Hay veces los servicios de emergencias locales pasan 45 minutos haciendo masajes y electro shock.

–¿Todos murieron asfixiados?
–Que una persona se haya ahogado no siempre significa que haya muerto por asfixia por inmersión: mientras nadaba le puede haber dado un paro cardiorrespiratorio, un accidente cerebro vascular (ACV), o se lastimó con piedra y eso le produjo irse al fondo. En este sentido, el abuso de alcohol en los ríos muy peligroso.

El sonido de una sirena de bomberos irrumpe en el río y los bañistas se sorprenden. Diego Concha se excusa por interrumpir la entrevista, saca su celular de un bolsillo y lee el mensaje de texto que activó el particular ringtone. “Mirá: me informan de una alerta roja, en un rato el agua va a subir un metro porque estuvo lloviendo río arriba”. Concha activa el operativo para evacuar a los bañistas del cause del San Antonio y la respuesta de un turista sirve de muestra de lo inconscientes que somos a veces: “¡Qué raro una crecida, si acá no llovió!”.

Si va al río o al lago

Crecidas. Siempre esté atento a posibles crecidas y cambios de velocidad de la corriente, y acate las instrucciones de los guardavidas, bomberos y policías.

Profundidad. Nunca se bañe en una zona en las que no conozca la profundidad del agua.

Solos no. Jamás se sumerja en tramos solitarios y fuera de la vista de otros bañistas.

Con la panza llena, menos. Espere al menos una hora entre la comida y el baño en ríos, para evitar calambres.

Cuide la cabeza. No se arroje de cabeza. Se puede golpear con piedras reubicadas por las crecidas.

Niños. Cerca de un curso de agua, no pierda de vista a sus niños. La falta de supervisión es la principal causa de accidentes.

Día a Día

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