Una temporada de fines de semana

la primera quincena de enero fue aceptable

Los empresarios turísticos coinciden en que hay menos movimiento que el año pasado / Los valles toman más color los sábados y domingos, con influencia de la gente de Capital o lugares del interior / Todas las fichas están puestas en la quincena que se inició.

Para la Agencia Córdoba Turismo la primera quincena de enero fue aceptable en movimiento turístico en las sierras, y la segunda será mucho mejor. Eso esperan, en realidad, la mayoría de quienes viven del turismo en esta provincia, que parecen coincidir –con matices– en que las dos primeras semanas del año 2010 han tenido menos actividad que igual período de los veranos anteriores.

Entre dueños de hoteles, cabañas, restaurantes y servicios turísticos parece haber coincidencia: todos creen y esperan que la segunda quincena de enero sea mejor. El fuerte movimiento que se registra en las rutas este fin de semana genera alguna expectativa en ese sentido.

Para febrero, la expectativa no es alta, sobre todo para las dos semanas finales, por el comienzo anticipado de las clases.

No sólo esperan más gente, para que la temporada se parezca a la de los más que satisfactorios veranos anteriores, sino además que gasten más, porque la mayoría dice percibir que este año se nota que los visitantes cuidan el bolsillo y preguntan precios como nunca.

Recorrida de opiniones. En Villa Carlos Paz, el presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica, Jorge Pomponio, apuntó que los fines de semana de enero “están siendo excelentes”, aunque baje el promedio de ocupación de lunes a jueves. En Carlos Paz, desde el ámbito público y privado esperan confiados que la segunda quincena de enero sea “muy buena”.

En Río Ceballos, mientras Pedro Ray, que tiene un bar y restaurante, asegura que “hasta ahora no fue una temporada buena porque sólo se trabaja bien los fines de semana”, Mary Correa, dueña de cabañas, contrasta: “Desde el 23 de diciembre la ocupación del complejo ha sido casi total. Tenemos cubierto hasta fin de enero, y para febrero ya hay algunas reservas”. Elvira Mendoza, del hotel De France, acota: “Estamos con un nivel de ocupación del 40 por ciento y hay pocas consultas. Prácticamente no vino gente nueva, sí se mantienen los clientes tradicionales”.

En La Falda, Guillermo deja un minuto su restaurante para decir que “esta temporada hay menos gente y se nota además el bajo poder adquisitivo” y remarca que “todos apostamos a las dos últimas semanas de enero, que tradicionalmente son las más fuertes”. Luisa, desde su pizzería, comenta: “El consumo bajó, no solo porque hay menos gente sino porque no tiene plata. En la segunda quincena mejorará; está zona se beneficia por el festival de Cosquín”.

En Villa General Belgrano, Carlos Chiappero, dueño de un restaurante, opinó que el movimiento “es menor” al del año pasado. “En términos de facturación, estuvimos un 20 por ciento por debajo”, comentó. “Y para el alojamiento, la gente ya no viene con reservas y busca precios más que nunca”, señaló. Chiappero, también vicepresidente del Centro Comercial local, sostuvo que la proyección es más alentadora para la segunda quincena de enero.

Mientras, la directora de Turismo de Villa General Belgrano, Giselle Castracane, precisó: “Por lo que esperábamos, estamos conformes” y pronosticó una mejora para la segunda quincena, con un 80 por ciento de reservas ya confirmadas en esa localidad. Sí coincidió en que disminuyó el consumo en relación a otros años. Esto se materializa –ejemplificó– en el rubro gastronómico, ya que hay un vuelco a más compras en supermercados que en restaurantes. “Hay bastante gente, pero se cuida más en el consumo”, resaltó.

En Santa Rosa de Calamuchita, la inmobiliaria Diviú graficó que durante la primera quincena alquiló la mitad de las 50 casas que ofrecen. “Respecto al año pasado es un 20 por ciento menos”, se comparó. Pero marcaron como señal favorable que tengan reservadas la mitad de sus plazas para la segunda mitad de enero, nivel que no habían logrado en forma previa para la primera.

En Traslasierra, Alejandro Bosh (de la Asociación de Empresarios Turísticos) aseguró que los niveles de ocupación fueron menores en “todas las modalidades”, en relación con los últimos años. Julio Madero, del Hotel Yacanto, dijo que recibió menos visitantes y opinó –como muchos otros prestadores de servicios turísticos de las sierras– que las noticias sobre la crisis hídrica tuvieron impacto, sobre todo entre los eventuales visitantes de otras provincias. “Pero históricamente la segunda quincena ha sido mejor que la primera, y en eso confiamos”, se esperanzó.

Barbara Amarillo, de un establecimiento exclusivo de suites de Nono, señaló: “Estamos trabajado bien, pero no colmados; la mayoría de los visitantes llegó sin reservas, con un promedio de cinco días de pernoctación”. Y destacó que tiene un nivel interesante de reservas.

La Voz del Interior

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