Golpearon a un adolescente en Carlos Paz y denunciaron inacción policial
El adolescente concurrió el sábado a bailar a Keops
A la salida dos chicos lo agredieron brutalmente. Denunció que a pesar de que fue a buscar ayuda a la Policía, los efectivos "no hicieron nada". Ni llamaron un móvil.
Natanael tiene 14 años y el sábado vivió una terrible experiencia cuando a la salida de la matiné de Keops fue atacado por dos adolescentes que integraban una patota de ocho chicos
Ensangrentado y shockeado por la situación se acercó hasta la casilla policial próxima al boliche a pedir ayuda y los efectivos, según los dichos del menor, no hicieron absolutamente nada.
"Salíamos de bailar y cuando íbamos bajando unos chicos nos empezaron a correr. Eran como ocho. A mí me alcanzaron dos y uno de ellos me metió un bollo", contó.
Después de la golpiza, Natanael intentó restablecerse y ensangrentado como estaba caminó hasta una estación de servicio donde lo esperaba un amigo.
"En la estación de servicio un policía me dio una servilleta para que me secara la sangre. Después fui hasta la casilla y le conté a la policía lo que había pasado y me dijo: 'Andá tranquilo'", contó.
"Cuando termino de hablar con la policía salgo para irme a mi casa y los encuentro a estos chicos que antes me habían pegado, me vuelvo y le digo a la policía si no podían enviar el móvil, o si me podían acompañar a mi casa y me dijeron que no", añadió.
Natanael y su amigo llegaron caminando a sus domicilios sin tener ningún tipo de contención o ayuda por parte de los efectivos. Los jóvenes patoteros nunca fueron detenidos o demorados.
Ensangrentado y shockeado por la situación se acercó hasta la casilla policial próxima al boliche a pedir ayuda y los efectivos, según los dichos del menor, no hicieron absolutamente nada.
"Salíamos de bailar y cuando íbamos bajando unos chicos nos empezaron a correr. Eran como ocho. A mí me alcanzaron dos y uno de ellos me metió un bollo", contó.
Después de la golpiza, Natanael intentó restablecerse y ensangrentado como estaba caminó hasta una estación de servicio donde lo esperaba un amigo.
"En la estación de servicio un policía me dio una servilleta para que me secara la sangre. Después fui hasta la casilla y le conté a la policía lo que había pasado y me dijo: 'Andá tranquilo'", contó.
"Cuando termino de hablar con la policía salgo para irme a mi casa y los encuentro a estos chicos que antes me habían pegado, me vuelvo y le digo a la policía si no podían enviar el móvil, o si me podían acompañar a mi casa y me dijeron que no", añadió.
Natanael y su amigo llegaron caminando a sus domicilios sin tener ningún tipo de contención o ayuda por parte de los efectivos. Los jóvenes patoteros nunca fueron detenidos o demorados.
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