Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de la epidemia

Desde julio del año pasado cayeron las exportaciones a Estados Unidos (su principal cliente con 89% de las ventas) y el envío de remesas por parte de los migrantes mexicanos que viven del otro lado del Río Bravo (que significan ni mas ni menos que el segundo ingreso de divisas al país, unos 22,000 millones de dólares).
Ahora la lluvia cayó sobre este mojado escenario con la epidemia de la gripe N1H1 (para no ofender a ningún animal).

Hablando de negocios (y dejando de lado la triste cifra de muertos y enfermos graves) el país perderá su tercera fuente de ingresos: el turismo. Este sector aporta 13,000 millones de dólares al año. En pocos días los turistas que estaban en el país se fueron -algunos llevando en la maleta el virus- y se cancelaron 70% de las reservaciones de los próximos meses.

Las compañías de cruceros anunciaron que no atracarán en ningún puerto mexicano, las compañías de charters de Europa -que dejaban a miles de turistas en la Riviera Maya- siguieron la misma consigna y muchos países como la Argentina levantaron su 'cerco áereo' al país.
México, sin necesidad de que la Organización Mundial de la Salud cierre fronteras, ha quedado aislada y no se sabe cuántos meses -¿años?- necesitará para volver a estar como en junio de 2008.

En este momento el ya famoso virus N1H1 está aislado en un laboratorio en Ginebra para ver si vomita su propia vacuna; en este momento los mexicanos están aislados en sus casas a pedido expreso del presidente Felipe Calderón que no quiere a nadie en la calle al menos hasta el 5 de mayo; en este momento el país está aislado del mundo.

Pobre México... volvería a decir don Porfirio Díaz.

Fuente Cadena 3

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