Escandaloso proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura
Comunicado de la U,C.R
"Expresamos nuestra preocupación por el autoritarismo puesto de manifiesto por el Gobierno Nacional, en el escandaloso proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura" La necesidad de dotar a esta institución fundamental de la República de mayor eficacia no autoriza a desconocer los fundamentos mismos de su instauración a partir de la Reforma de la Constitución de 1994: esto es, favorecer la independencia del Poder Judicial e impedir la intromisión del Poder Ejecutivo en la selección y designación de los jueces. El proyecto de la Senadora Kirchner supone todo lo contrario.
Sin embargo, no sólo la letra de esa propuesta nos preocupa. En realidad, desde los comienzos mismos de la gestión del actual Presidente, desde la Juventud Radical manifestamos nuestra desconfianza en las convicciones democráticas del actual gobierno.
En dos años y medio de gestión Kirchner ha gobernado de espaldas al Parlamento y a los Partidos Políticos, instituciones centrales de la vida democrática si las hay. No ha sido sin embargo una actitud de simple autismo. Todo lo contrario ha actuado una y otra vez sobre ellos, empeñado en debilitarlos y desprestigiarlos.
Hace algo más de un año decíamos que Kirchner no creía en el diálogo político que pregonaba. El tiempo, lamentablemente, nos está dando la razón. Confiamos, no obstante, en la capacidad de la oposición de poner límites a tanta prepotencia por el bien de nuestra democracia.
Y sobre todo, apelamos a la madurez de la sociedad argentina, que tras tanto andar ya no da cheques en blanco y no está dispuesta que ningún Presidente con ínfulas populistas pretenda arrogarse el derecho de hipotecar el esfuerzo de los argentinos por superar nuestra ya crónica crisis.
La oposición, y la Unión Cívica Radical como parte indiscutible de ésta, debe formular un programa alternativo al del actual gobierno, porque es posible alcanzar el progreso, el desarrollo y el bienestar, sin por ello tener que renunciar a vivir en libertad.
En dos años y medio de gestión Kirchner ha gobernado de espaldas al Parlamento y a los Partidos Políticos, instituciones centrales de la vida democrática si las hay. No ha sido sin embargo una actitud de simple autismo. Todo lo contrario ha actuado una y otra vez sobre ellos, empeñado en debilitarlos y desprestigiarlos.
Hace algo más de un año decíamos que Kirchner no creía en el diálogo político que pregonaba. El tiempo, lamentablemente, nos está dando la razón. Confiamos, no obstante, en la capacidad de la oposición de poner límites a tanta prepotencia por el bien de nuestra democracia.
Y sobre todo, apelamos a la madurez de la sociedad argentina, que tras tanto andar ya no da cheques en blanco y no está dispuesta que ningún Presidente con ínfulas populistas pretenda arrogarse el derecho de hipotecar el esfuerzo de los argentinos por superar nuestra ya crónica crisis.
La oposición, y la Unión Cívica Radical como parte indiscutible de ésta, debe formular un programa alternativo al del actual gobierno, porque es posible alcanzar el progreso, el desarrollo y el bienestar, sin por ello tener que renunciar a vivir en libertad.
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