\"HeroÃna del Amanecer\" de Soledad Ranzuglia
PoesÃa despedida homenaje a MarÃa Antonia Cardani
Explosión de luz silente, no es fácil comprender que nadie quiso detenerte,
sino ampliar el horizonte hacia un Cielo azul, Presente. Cristal de luz, tus ojos,
antigüedad de calles labradas de pasos valientes,
l
los años conquistaron tu pensar
que cobijaron tus manos decentes.
Como al nido de una alondra,
dedicaste tu corazón a las grandes
gentes,
fugaz Encuentro,
en el que cada cual decide su vuelo
Cierto e inminente.
Capataz de tu sonrisa
siempre agradecida...
Te recuerdo emocionada
por las cartas de mis niñas
que dejaban en tu casa
de sorpresa, cual compañÃa.
Y llegabas hasta casa
con galletas y alegrÃa,
aceptando silenciosa la luz
que pareció tardÃa,
en tu vientre de alondra
que habitaron diminutas margaritas,
esas que crecen en tus pastos
floreciendo tÃmidas bajo el sol del mediodÃa.
Aquà quedó tu caminar
firme, casi de puntillas,
delatando tu temple audaz,
capaz de mil caricias,
que escondÃas en tus sacos
y vertÃas por las tardes en el hogar
de los que no tienen prisas.
Es Otoño
regresa a tu Esplendor,
el que vino a buscarte
confundido en gran Temblor,
en estruendo luminoso que no avisó...
Hace tiempo te esperaban,
te escoltaron ángeles hasta el amanecer
que sucedió
y una lluvia mansa apagó miradas
de preguntas y dolor.
Por tu casa desfilamos almas
como queriendo comprender,
el milagro de la vida,
la osada forma de partir con vida,
HeroÃna del Amanecer.
Vuelve a Casa MarÃa Antonia,
no más puertas ni paredes,
no más luz , pues eso Eres.
El Hogar abre el Silencio
para el descanso sin andenes,
para el lento recordar
de los amores valientes,
como lazos que estremecen tu pensar
y sonrÃen tus ojos profundamente.
Hay un Hogar
que no tiene edad,
el tuyo, el mÃo y el del que vive
mas allá,
hay mesas y vestidos,
pantalones, bicicletas y triciclos,
veredas, calle y laberintos
difÃciles de pronunciarse con sentido.
Son los gestos los que crean,
la ilusión de estar en tierra,
todo espacio es Cielo,
todo vestido es tela,
que hace de telón para cualquier escena.
La Vida es la estrella Verdadera
y sentirla es lo que cuenta,
si es por gestos MarÃa Antonia
tu alma rebosa plena,
como de tardes celestiales
entre las hortensias...
Salud! MarÃa Antonia
La Cumbre te celebra,
y yo sembraré las margaritas
que en mà te recuerdan...
Este poema, escrito por MarÃa Soledad Ranzuglia, fue leÃdo por su autora en "La Actualidad en 45 minutos" en Canal 11 La Cumbre
que cobijaron tus manos decentes.
Como al nido de una alondra,
dedicaste tu corazón a las grandes
gentes,
fugaz Encuentro,
en el que cada cual decide su vuelo
Cierto e inminente.
Capataz de tu sonrisa
siempre agradecida...
Te recuerdo emocionada
por las cartas de mis niñas
que dejaban en tu casa
de sorpresa, cual compañÃa.
Y llegabas hasta casa
con galletas y alegrÃa,
aceptando silenciosa la luz
que pareció tardÃa,
en tu vientre de alondra
que habitaron diminutas margaritas,
esas que crecen en tus pastos
floreciendo tÃmidas bajo el sol del mediodÃa.
Aquà quedó tu caminar
firme, casi de puntillas,
delatando tu temple audaz,
capaz de mil caricias,
que escondÃas en tus sacos
y vertÃas por las tardes en el hogar
de los que no tienen prisas.
Es Otoño
regresa a tu Esplendor,
el que vino a buscarte
confundido en gran Temblor,
en estruendo luminoso que no avisó...
Hace tiempo te esperaban,
te escoltaron ángeles hasta el amanecer
que sucedió
y una lluvia mansa apagó miradas
de preguntas y dolor.
Por tu casa desfilamos almas
como queriendo comprender,
el milagro de la vida,
la osada forma de partir con vida,
HeroÃna del Amanecer.
Vuelve a Casa MarÃa Antonia,
no más puertas ni paredes,
no más luz , pues eso Eres.
El Hogar abre el Silencio
para el descanso sin andenes,
para el lento recordar
de los amores valientes,
como lazos que estremecen tu pensar
y sonrÃen tus ojos profundamente.
Hay un Hogar
que no tiene edad,
el tuyo, el mÃo y el del que vive
mas allá,
hay mesas y vestidos,
pantalones, bicicletas y triciclos,
veredas, calle y laberintos
difÃciles de pronunciarse con sentido.
Son los gestos los que crean,
la ilusión de estar en tierra,
todo espacio es Cielo,
todo vestido es tela,
que hace de telón para cualquier escena.
La Vida es la estrella Verdadera
y sentirla es lo que cuenta,
si es por gestos MarÃa Antonia
tu alma rebosa plena,
como de tardes celestiales
entre las hortensias...
Salud! MarÃa Antonia
La Cumbre te celebra,
y yo sembraré las margaritas
que en mà te recuerdan...
Este poema, escrito por MarÃa Soledad Ranzuglia, fue leÃdo por su autora en "La Actualidad en 45 minutos" en Canal 11 La Cumbre
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