\"Yo no lo quiero habilitar y punto\" le dijo Engel telefónicamente...

Periodismo veraz es (en cualquier escuela) las dos campanas de la historia.
En La Cumbre (lo he vivido en carne propia) uno pasa de heroe a villano en 5 minutos; si te fundiste y perdiste una propiedad te dan vuelta la cara sin pensar a fondo los porques. Malo, estas del lado de los malos.
Cuando uno recupera los bienes se convierte en heroe.... Bueno, estas del lado de los buenos. Pero si uno toma la desicion de alquilarlo inmediatamente vuelve a la hoguera.
Un "River -Boca" de discusiones vacias y fundamentos que solo se basan en los beneficios o perjuicios (subjetiva valoracion tambien) de los intereses economicos cercanos a la cupula ejecutiva del pueblo.
"En los ultimos tiempos mucha gente a invertido en este pueblo buscando paz. No les puedo entonces poner una bailanta"
Con esto queda clara otra subjetividad del intendente: las unicas inversiones que son "buenas"y "que importan"son las de cabañas, hoteles de amigos y locales centricos -bailables, también- y de dudoso buen gusto pero que evidentemente tienen un guiño favorable. Son gente que invirtió en el pueblo.
Yo también invertí en mi pueblo y mi dinero vale lo mismo que el de los "paracaidistas" a los que estamos acostumbrados en La Cumbre. Y sigo invirtiendo y sigo dando trabajo a vecinos del pueblo y sigo comprando todo lo relacionado a mi familia en el pueblo.

Lo que menos esperé que me contestara el Sr. Carlos Engel cuando le consulté sobre este problema es "yo si fuera como vos que estás en el exterior ganando en dolares, ni me preocuparia por un alquiler en pesos en la Argentina". Así entendí que no solo tengo que colocar a referendum publico (cual Antigua Grecia) lo que decido o no con mi propiedad, sino que también debo dar explicaciones de mis ingresos y escuchar este tipo de declaraciones poco inteligentes y de marcado tono despectivo.

Carlos Engel reconoció que ni siquiera conoce a mi familia ("no se si viven aun tus padres", acotó) Y bueno, no es para menos... siempre vivimos del lado menos transitado de su gestión y apenas hace 75 años que mi papá camina sus calles.

Me siento muy triste. Me siento defraudada porque "subjetivamente" haya tantas variedades de habitantes de La Cumbre, "subjetivamente"tantos tipos de inversiones ën el pueblo y tan claras razones politico-sociales detrás de cada desición del ejecutivo.

Me trataron de inconciente por alquilar mi local.
Inconciente... no era lo que espera escuchar. Despues de todo, lo que hice (la compra del antiguo taller que levantó ladrillo a ladrillo mi papa) no me lo puedo llevar, no lo puedo mudar.
Alli estaba cuando naci (en La Cumbre, Carlos Engel... por si no tenia tampoco esa informacion) y alli quiero que siga.
Se lo debo a mis padres....y a nadie más.

Nadie más valora la tristeza y la euforia de recuperar lo perdido.

Barbara Anderson
Editora Adjunta
Expansión
(Time Inc.)
México

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