LA MISION QUE NOS HAN ENCOMENDADO

El reconocernos bautizados y saber de un camino de conversión nos enfrenta al desafío de descubrir cuál es la gran misión que nuestro Padre Dios nos encomienda a cada uno. Y la misión va en relación con los Dones o o Talentos que hemos recibido. Todo esto desde un buen y profundo discernimiento sobre las mociones del Santo Espíritu es lo que debemos poner en juego. Sentirnos iluminados por ese Espíritu y obrar en consecuencia desarrollando esa gran misión desde nuestra indignidad. Anunciando y denunciando lo que sea necesario y no esté acorde a la misma.