INAUGURACION DE LA ESCULTURA DE CAFRUNE EN COSQUIN

Acompañaron a Julio Bañuelos, el intendente municipal de Cosquín, Gabriel José Musso, la esposa del homenajeado, Marcelina Gallardo, una de sus hijas, Zoraida Cafrune y una nieta, Julieta Mangini Cafrune.

Habló en primer término el intendente Musso, quien expresó “agradezco en nombre del pueblo de Cosquín al gobierno provincial, encabezado por Juan Schiaretti haber impulsado este homenaje al inolvidable Jorge Cafrune y seguramente podemos interpretar –agregó- que aquí está la intención de una comunidad que canta y trabaja, desplazando, con este gesto de recuerdo, la oscuridad del olvido”

Luego se dirigió a los presentes el titular de la Agencia Córdoba Turismo quien remarcó “la emoción que representa llegar hasta este lugar donde se vive con una pasión tan especial el amor por el folklore”, y contó“a pocas horas de asumir el cargo, el gobernador Schiaretti me habló de este reconocimiento a Cafrune, tarea a la que me aboqué y que se pudo concretar en muy poco tiempo”, destacando luego la labor del escultor Fernando Pugliese, autor de la obra.

Bañuelos agregó también una anécdota de un cantor cordobés, Jairo, quien le refirió que “cuando arribó a España, hace ya muchos años, le sugirieron que para abrirse paso en aquellos lares cantara Zamba de mi esperanza, canción que popularizara Cafrune y ello le permitió acceder a muchos sitios importantes del espectáculo en Europa”.

Finalmente, el locutor coscoíno Claudio Juárez, uno de los animadores del Festival 2016, hizo una breve semblanza de Jorge Cafrune y el significado de su voz y su presencia en la historia de la fiesta mayor del folklore nacional.

Sin ninguna duda, Jorge Cafrune, fue uno de los más importantes cantores populares argentinos, nacido el 8 de agosto de 1937, en la localidad de Perico del Carmen provincia de Jujuy, vivió momentos inolvidables con el público del Festival Nacional de Folklore, tanto en el escenario principal como en las peñas que siempre lo tuvieron como generoso protagonista.

Precisamente, el escenario de la Plaza Próspero Molina puede ser considerado como el sitio de su consagración, tras haber llegado a la Capital del Folklore como integrante de la delegación de su provincia.

Fue una de las figuras clásicas del Festival en los años 60 y 70, donde mostró aquella generosidad a raudales, como cuando en una noche de la edición 1965 presentó nada menos que a Mercedes Sosa, quien recibió entonces el aplauso considerado uno de los más sentidos de la historia del festival.

Su estilo y su talento hicieron estremecer a muchas generaciones de argentinos, hasta su fallecimiento, producido en un accidente de tránsito en proximidades de Benavídez, provincia de Buenos Aires, el 1 de febrero de 1978, cuando recorría el país a caballo rumbo a Yapeyú, cuna del General José de San Martín.